Clavos en la
madera
que el
tiempo olvidó,
con lenta
herrumbre
recuerdan la
dura
mano que los
golpeó,
un día ya
muy lejano.
Saberes que
se perdieron
en viejas
historias
que murieron
en el fuego
de la
memoria,
llamas que se
reflejaron
en los ojos de
sabios ancianos.